Relatado el 23.11.24


Desde la Esquina de la calle Arequipa con Tambo (ahora Dean Valdivia)
Les copio una reseña que tengo pegada en una de las paredes de madera de la casa donde vivieron muchos Zuzunaga y en la cual tengo mi oficina desde verano del 2021.
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Sobre un terreno de 204 metros cuadrados fue construida esta casa por Pedro Antonio Lensen en 1914. Cinco años después, en 1919, fue heredada a su nieto Alberto Zavala del Carpio. Más tarde, el 5 de octubre de 1944, pasó a ser propiedad de José María López de Romaña. Posteriormente José M. Pinto la compró, y finalmente en 1965, pasó a ser propiedad de mi abuela Alicia Flórez de Zuzunaga.
Originalmente contaba con seis dormitorios, cocina, tres baños, un escritorio, dos salas de estar, una sala principal y un comedor para catorce personas. Hoy en este comedor se encuentra la sala de reuniones teniendo como protagonista la mesa de madera que la familia Zuzunaga Flórez, con once hijos, compartió durante muchos años, más de setentaicinco.
Mi abuelo paterno, Hernán Leoncio Zuzunaga Zuzunaga nació en Lima en 1891 y murió en Mollendo en 1941; y mi abuela Alicia Flórez Zegarra quien nació en Tiabaya en 1901 y murió en Mollendo en 1996; se conocieron cuando él trabajaba en la Paz Bolivia, en una empresa de la familia peruana Bacigalupi. Ellos, los Bacigalupi eran además dueños de la Empresa de Electricidad de Mollendo que quedaba en la actual calle Carlos Llosa. Hernán fue enviado a Mollendo para administrar dicha empresa en los años veinte del siglo pasado. Hernán y Alicia se casaron el 19 de enero de 1919. El joven matrimonio llegó a vivir a Mollendo acompañado de su primer hijo, Hernán, quien había nacido en Bolivia.
Compartieron esta casa los once hijos del matrimonio Zuzunaga-Flórez: Hernán, Carlos, Carola, Gastón, Clemencia, Alicia, Gabriela, Jorge, Irene y los dos menores, Francisco y Elena quienes tuvieron la suerte de nacer aquí. También vivían junto a ellos Elena, madre de mi abuelo y Elena, su hermana que se casó también en esta propiedad. Aquí nacieron once de los veintinueve nietos que tuvieron. Hernán falleció y también aquí fue velado relativamente joven en 1941 cuando no llegaba a los 50s. También fue velada mi abuela Alicia muchos años después en 1996 y Gastón en 2012.
Los Zuzunaga Flórez se formaron, crecieron y habitaron esta casa desde 1937 hasta 2015. Muchos sueños, esfuerzos, conversaciones, tangos, historias y aprendizajes se forjaron en estas paredes. Reuniones en las que asistían primos que llegaban de Lima, Cusco o Arequipa, almuerzos con sobremesas llenas de anécdotas, donde la abuela Alicia, rodeada de hijos, hijos políticos y nietos, compartíamos risas e historias que iban modificando sus detalles conforme pasaban los años y dependiendo de quién las contara.
Contaba mi tío Carlos que el primer Zuzunaga que llegó al Perú fue a vivir a Cusco y fue cura. Supongo que las pasiones fueron más fuertes que su convicción y «felizmente» lo hicieron cambiar de parecer porque si no yo no existiría ni podría haber escrito esto.
Hago un homenaje a mis abuelos Hernán y Alicia por ser los que iniciaron esta solidaria familia; al escribir este texto me vienen a la memoria las palabras de mi papá cuando nos contaba que, de no haber fallecido mi abuelo a los 49 años, dejando viuda a Alicia de 39 con 11 hijos, madre y hermana todos prácticamente desamparados, viviendo en una casa que no les pertenecía, la familia no hubiera logrado ser fuerte y sólida como ocurrió. Con mayor cariño y mucha admiración pienso en Jorge, mi papá, pues con esfuerzo compró esta casa para mi abuela en 1965; regalándole con ella no sólo la entrega de su esfuerzo, sino la seguridad que merecía. Ella para cerrar el círculo, dejó esta propiedad en herencia a mis seis hermanas; equilibrando así, esta maravillosa y mágica balanza que a veces nos regala la vida.
El mismo espíritu con el que aquella joven pareja inició su periplo en Mollendo, se siente aun en las paredes de esta casa, los pisos de madera, los balcones por los que mis tías y mi abuela veían el mundo pasar, las gradas por las que correteamos tantas veces los nietos cuando éramos niños y que luego con paso más calmado visitamos de grandes, la ilusión, las travesuras y el ruido de quienes veranearon aquí, el cariño de mis tías y tíos, me hacen sentir esa fortaleza de familia que con seguridad nos seguirá alumbrando las próximas décadas.
Mollendo, marzo de 2021
Jorge Zuzunaga Valdivia
Hijo de Jorge 1929/2018 y Rosa Elena Paula
Nieto de Hernán Leoncio Zuzunaga Zuzunaga 1891/1941 y Alicia Flórez Zegarra 1901/1996
Bisnieto de Emilio Zuzunaga Leiva 1863/1921 y Rita Elena Zuzunaga 1875/1936
Tataranieto de José Miguel Zuzunaga e Isabel Leiva
Cuadranieto de José Valentín Zuzunaga Franco y Estefanía Olivares
Chozno de Manuel Vicente Zuzunaga Jiménez y Teresa Franco
Bichozno de Pedro José Zuzunaga Bravo y María Maximiliana Jiménez














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